POESÍA EN EL LAUREL

Hoy os voy a hablar un poquito de La Zubia, mi pueblo, y de las actividades culturales que en él se hacen. No tenía pensado hacer esta entrada, pero a petición de una amiga que pulula por la blogosfera, muy convincente y que gracias a su insistencia me tuve que saltar ayer la siesta, la he hecho. Gracias amiga.
Antes de nada os voy a contar una historia:
Cuenta la leyenda que la reina Isabel la Católica quiso contemplar desde La Zubia la belleza de la ciudad de La Alhambra y sus alrededores. Así, con algunas damas y una escolta de  a caballo, se aproximó al lugar que por su emplazamiento cercano a Granada y por su altitud, tenía y tiene unas hermosas vistas de la ciudad. Los árabes confundieron entonces la osadía de la monarca con una incursión de tropas cristianas, por lo que decidieron atacar. La reina, que estaba en clara desventaja se ocultó en un frondoso bosque de laureles y dirigió sus plegarias a San Luis. Como sus tropas consiguieron ganar la escaramuza, hizo construir allí una capilla a dicho santo.
mirador_thumb


Mirador del laurel
sanluis3_thumb2Convento
Y allí, en ese entorno mágico y de leyenda, en ese convento rodeado de un jardín decimonónico, se viene celebrando desde hace nueve años una cita cultural, un punto de encuentro de la poesía y la música.
Los que allí estuvimos pudimos deleitarnos con los recitales de Leticia Luna de México y Joan Manresa de las Islas Baleares. La música corrió a cargo de Xavier Astor & Compañía, música de Jazz a la que no soy muy aficionada, aunque en aquel entorno, rodeada de frondosos árboles cuyas ramas y hojas bailaban al compás que les marcaba la brisa, pensé que tal vez algún día podría aprender a apreciarla. Además se hizo entrega del I Premio Internacional “Poesía en el Laurel” al poeta Rafael Guillén, nacido en Granada en abril de 1933 y que fue vecino de La Zubia. Él mismo nos contó que su familia se trasladó aquí huyendo de los bombardeos de la guerra civil y aunque dijo que no se iba a emocionar, sí que lo hizo cuando una vecina del pueblo que jugaba con él en aquellos tiempos, subió al escenario y recitó un poema de su hermano Jorge y cuando él mismo leyó con su profunda voz, uno de sus poemas dedicado a su madre, que también hizo emocionar a los que allí estábamos. Además de este leyó otro dedicado a La Zubia.
                       guillen mio
Fue una noche muy agradable y amena donde música y poesía se dieron la mano un año más. Espero que os haya gustado esta pequeña e improvisada crónica.
laurel_thumb3

No hay comentarios: