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- San Salvador- 1979
- La casa de los abuelos
- tiene las paredes blancas,
- altas paredes antiguas,
- antiguas paredes altas.
- En los árboles del patio
- se da el mango y la campana,
- abajo, una fuente llora,
- viejas canciones de agua...
- Vuelvo al ayer y respiro
- calor de tejas soleadas
- y escucho el mar en la calle
- y las gaviotas del alba...
- Vuelvo al ayer y me encuentro
- besando sombras sagradas...
- La casa es casi la misma,
- su olor, sus puertas, su patio,
- su luna al anochecer
- y al amanecer sus pájaros.
- Pero es distinto el silencio
- porque no es silencio humano,
- es la callada noticia
- de la soledad de un ámbito...
- Ya los seres han partido:
- de ayer solo queda el viento
- y en el viento algún latido
- y en el latido un recuerdo
- y en el recuerdo mi infancia,
- la vida con los abuelos,
- su risa, su voces blancas,
- sus corazones inmensos,
- y sus cabellos hermosos
- blancos de harinas y sueños,
- y sus manos en mis manos
- y sus besos en mis besos
- y mi hermana en la ventana
- o correteando o durmiendo,
- y mi madre cocinando
- el pan en el horno viejo.
- Y el bullicio de la gente
- y las campanas del pueblo,
- y todo aquello que fue
- que hoy solo existe en mis sueños.
- ¡Qué inmensa la soledad
- y más inmenso el silencio!
- Cuánto soy en este instante,
- cuánta memoria y distancia...
- Una sombría dulzura
- ha envuelto toda la casa...
- De pronto, cae la lluvia,
- y se humedece mi alma...
MEMORIA Y DISTANCIA DE ROXANA MÉNDEZ
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